¿Qué pasaría si...? Ensalada de preguntas, respuestas y fantasía

"Gianni Rodari parte de la idea de Novalis de que las hipótesis son redes “Lanzas la red y tarde o temprano, algo encuentras”. A la pesca de hipótesis, el trabajo fue planteado como un juego, y rápidamente catalogado por los chicos como “el juego de las preguntas locas”. El proceso se dividió en tres etapas bien diferenciadas que detallo a continuación, a fin de compartir la experiencia sobre todo con los docentes de todo el país que, después de la publicación de los diccionarios, se interesaron y se motivaron para producir materiales similares en sus aulas. 1) Las primeras preguntas fueron lanzadas por mí y Marquitos Preguntón, para introducir a los chicos en el mecanismo del juego. 2) Buscamos hipótesis al azar mezclando un sujeto (sustantivo) con un predicado (verbo), y anteponiendo “qué pasaría si…”. Nos valimos de varios recursos para ello: . Lotería de palabras: un grupo escribía en papelitos verbos y el otro, sustantivos. Se doblaban y guardaban en dos cajas, y se iban abriendo y combinando. . Imágenes disparadoras: dibujos libres de los chicos, tarjetas con imágenes impresas, libros de cuentos, libros de arte. Se determinaban cuáles eran sustantivos, y cuales verbos o acciones; también se buscaban dos sustantivos y se creaba la pregunta sugiriendo un verbo. . Los diccionarios del taller: los “pequeños ilustrados” publicados, abriendo sus páginas al azar y señalando con los dedos sin haber previamente leído ninguna palabra. 3) Los niños, al conocer y manejar ya el mecanismo del juego, inventaron sus propias hipótesis fantásticas. Así, de estas asociaciones azarosas, o “casamientos de palabras”, surgieron las preguntas muchas veces disparatadas (a los ojos de los adultos). Y todas las respuestas fueron las consecuencias que se desprendieron de ella.

Algunas preguntas fueron respondidas sólo con dibujos, o al terminar cada alumno elegía la que quería ilustrar. Las respuestas transcriptas respetan la construcción original de las frases, donde se puede apreciar, sobre todo en los más pequeños, el incipiente dominio del lenguaje y los tiempos de verbos. También se incluyen los neologismos aportados por los chicos". Silvia Katz.