Oliver Button es una nena
Oliver es diferente: disfruta de la naturaleza y la lectura, juega con muñecas de papel y le encanta disfrazarse para cantar y, sobre todo, bailar. A su padre le gustaría que practicase deportes pero, su falta de habilidad para el ejercicio físico hace que otros niños del colegio le marginen, se burlen de él y le intimiden. «Oliver Button es una nena», han llegado a pintar en una pared de la escuela. Tomie dePaola creó esta historia desde su propia experiencia; poco han cambiado las tornas desde 1979. Los estereotipos y los roles de género que diferencian a las niñas y los niños por sus gustos y su apariencia externa, el acoso hacia quien actúa al margen de las pautas sociales, siguen siendo una lacra en la sociedad actual. Muchas niñas y niños se verán reflejados en Oliver, en su sensibilidad artística, su tesón, esfuerzo y superación para desarrollar sus inquietudes personales a pesar de la incomprensión, la intolerancia y el rechazo ajenos. La obra de Tomie dePaola -ilustrada con viñetas de dibujos figurativos y suaves tonalidades cromáticas- también plasma la importancia del apoyo en los ámbitos familiar y escolar para que Oliver forje su autoestima, consiga el respeto que merece y sea feliz.